Mesa de redacción
Dicen que no hay más grande depredador que el ser humano y un claro ejemplo de ello es un reciente caso registrado en Santiago Mihuacan, municipio de Izúcar de Matamoros, en Puebla, donde sujetos machetearon y sacaron los ojos a un can callejero que deambulaba por el barrio.
“Brutal y cruel acto que habla de la bestialidad de algunos sujetos, a quienes no se les puede llamar seres humanos, son unas fieras”, refiere doña Carmelita, una vecina de la zona.
La Policía busca ya al o los agresores del perrito, quienes deben pagar ante la Justicia su cobarde acto.
LO MANDARÁN A DORMIR
Se sabe que el inspector del barrio, don Ciro de Gante, ha quedado como protector de este can.
No obstante, Patitas Pintadas, la agrupación de protección animal publicó en su red social que la mascota será puesta a dormir, pues se encuentra en terrible estado de salud.
Duele esta crueldad humana, y nos debe avergonzar que los llamados “Mejores Amigos del Hombre” sufran maltrato físico y, en esta caso, tortura, por personas que resultan un peligro social.
Parafraseando a Albert Schweitzer, médico y filósofo franco-alemán: No me importa si un perro es capaz de pensar, pero sé que es capaz de sufrir y, por ende, lo considero mi prójimo, mi amigo, mi confidente, mi hermano de cuatro patitas.